Muchos/as son los que corríamos en navidad a colgarnos de los catálogos de juguetes, que misteriosamente estaban en todos los buzones de la ciudad.
Y otros/as somos los que esperábamos encontrar lo más nuevo de nuestro juguete favorito. Y de eso vengo a hablaros: la casa inteligente de la Barbie.
Espeeeeeeeeera… ¡No pongas los ojos en blanco todavía!
Te prometo que el tema trae miga y que aunque no seas un/a fan de esta famosa muñeca, querrás vivir en su pedazo de smart home. ¡O al menos verla de cerca!
La casa inteligente de la Barbie, la envidia del ser humano
Sabéis que Mattel, la empresa de la muñeca más fashion del mundo, no escatima en detalles y que no es la primera vez que le hacen una casa, o un coche, o una discoteca, clínica… etc.
Pero ahora que la tecnología está avanzando, los fabricantes de juguetes ya lo veían venir y están empezando a apostar por juguetes que interaccionen de una manera u otra con Internet.
¡Si es que el IoT ya tardaba en llegar a este sector!
De esa iniciativa nacía la casa inteligente de la Barbie, equipada mejor que las casas de los que han comprado el producto.
La llamada Barbie Dream House está equipada con un sistema WiFi que permite llevar a cabo acciones a través de órdenes por voz. Y podrías hacer cosas cómo:
- Encender o apagar las luces de la casa.
- Poner en funcionamiento el ascensor.
- Encender el horno.
- Activar música o efectos de sonido.
Y todo esto conectado a un producto previo que es la Hello Barbie, una muñeca con la que a través de órdenes de voz podías conversar con ella cómo si fuera una asistenta personal.
Pero Barbie siempre tiene un lado oscuro…
No es oro todo lo que reluce, ¿verdad? Y es que cómo me gusta un dicho cuando toca, pero en el caso de Barbie hay reviews y medios de comunicación que han categorizado la Dream House como un fiasco.
Y no porque el producto deje que desear… ¡Todo lo contrario!
Una frase que también me fascina es cuando podemos decir que «murió de éxito» y eso es algo que le pasó a la casa inteligente de la Barbie.
Nada más salir al mercado, se vendió como la espuma aunque su precio era de 300€.
Pero cuando la casita llegó a las manos de niños/as y padres que les picaba el bolsillo, se encontraron con la boca abierta de par en par ante un mensaje que no paraba de repetirse:
Error code 18
Y ahora, follow me along, cuando enviamos la orden, ésta se envía a los servidores de Barbie, se almacena momentáneamente y debería devolver la señal a la casa que le indique qué debe hacer.
Pues la demanda fue tan alta que los servidores colapsaron y durante las primeras horas de vida del producto, muchos fueron los que se tuvieron que quedar parados delante de ese famoso error code 18.
Aunque para mí, lo más gracioso fue la solución que en muchas ocasiones dieron… ¡Apague y reinicie su casa!
Pero la cosa no acaba ahí, el problema podía ser aún más grave.
La casa inteligente de la Barbie podría estar espiándote
Lo sé, suena a cachondeo, pero esta fue la polémica que tuvo la empresa Mattel cuando sacó anteriormente la Hello Barbie.
Ya que algunos informáticos pudieron demostrar que accediendo a los servidores, podían hackearlos de tal manera que conseguían las conversaciones completas de los niños con la muñeca Barbie.
Y la casa no es una excepción, ya que funciona del mismo modo.
Se dedica a almacenar la voz y órdenes de los usuarios en la app de Hello Barbie, para facilitar que la casa reconozca las pautas que tiene que seguir. Sin embargo, todo esto da que pensar que la compañía se ha preocupado poco por la seguridad en la red.
Y es que aunque nos cueste admitirlo, la tecnología en el sector infantil tradicional aún tiene un largo recorrido y adaptación que hacer. Ya sea por convencer a los niños o más bien a los padres.
¿Qué opinamos desde estoesIoT sobre esta smart home?
Coincidiendo en lo dicho previamente, aún hay que perfeccionar la manera de integrar Internet al producto, creemos que cada vez son más las empresas que apuestan por ese tipo de funcionamiento, pero les falta controlar el tema.
Pero poniéndonos en la piel de los/las que realmente van a usar el juguete… ¡Hell yeah!
A más de uno/a le encantaría volver tiempo atrás y poder tener esa oportunidad, sin ir más lejos yo misma tuve cuando era pequeña una autocaravana a la que apretando un par de botones hacía ruido de claxon y agua en el fregadero y… ¡Alucinaba!
Y ahora toca saber qué opinas tú, déjanos todo lo que se te pase por la cabeza en los comentarios. 😉
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